Debe iniciarse en cuanto se detecta la deficiencia. Las sesiones son individuales, de 45 minutos de duración media, tres o cuatro días a la semana. Se trabaja de forma globalizada y con espíritu lúdico, en un ambiente de afecto y confianza, en los siguientes campos:
Entrenamiento auditivo: El entrenamiento auditivo va encaminado a compensar y disminuir el déficit auditivo
Área de comunicación no verbal-verbal: Lenguaje comprensivo y lenguaje expresivo: Provocamos en el niño sordo la necesidad de comunicarse, consiguiendo emisiones espontáneas de voz hasta llegar a la palabra.
Área perceptivo motriz y formación de conceptos básicos: A través de un ambiente apropiado ayudaremos al niño al conocimiento del propio cuerpo y a la exploración del espacio que le rodea. Partiendo de la observación y exploración se crean situaciones que ayudan al niño a elegir, asociar, diferenciar, organizar, clasificar objetos, formas, tamaños y colores, vigilando y facilitando que superen las pautas de desarrollo apropiadas a su edad.
Área de autonomía personal-social: Hay que fomentar en función de la edad del niño la actuación por sí mismo, para que aprenda de sus propias acciones. Es necesario que existan unos límites claros y razonables dentro de un contexto de libertad que proporcionen al niño estabilidad, equilibrio y seguridad.
FUENTE: http://usuarios.discapnet.es/ojo_oido/atencion_temprana_niño_sordo.htm
FUENTE: http://usuarios.discapnet.es/ojo_oido/atencion_temprana_niño_sordo.htm
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